Para recuperar el ecosistema de bosques seco, estamos protegiendo especies sombrilla, que de acuerdo a las listas rojas de especies están amenazadas como vulnerables y en peligro de extinción:
Muchas personas no saben que la región caribe es una tierra fértil con una alta biodiversidad y con especies tan importantes como este gato que habita en bosques conservados, esta ave que anida en arboles de más de 40 metros de alto y la tortuga que es ampliamente conocida por ser mascota, pero en el medio natural es muy escasa, ya que es muy presionada por la caza y fragmentación de bosques conservados. Por eso le nombramos al proyecto bosquéate, haciendo alusión a la jerga costeña de estar alerta con el tema, al decir mosquéate o ponte mosca, volviéndolo a bosquéate.
La protección para estos animales la estamos haciendo a través de la restauración ecológica para recuperar el bosque donde se encuentra su hábitat y su alimento, se recuperen sus poblaciones y se mantenga el equilibrio de los ecosistemas y el retorno de los servicios ecosistémicos que tanto necesitamos las personas, como el agua, la disminución de la temperatura global, recursos madereros, alimentos, etc.
Así mismo estamos trabajando continuamente en el protagonista principal de este proyecto que es la cobertura boscosa, conectando fragmentos de bosque con otros a través de corredores biológicos, sembrando especies nativas para enriquecer dichos parches de bosque y recuperando la flora microbiana del suelo para que se mantengan las especies de plantas sembradas.
Para realizar de manera efectiva la restauración de los hábitats naturales de la guacamaya, el tigrillo y la morrocoya, estamos construyendo un mapa de áreas prioritarias de restauración, el cual contiene, además de información sobre localización de las tres especies bandera, toda la biodiversidad presente en el departamento del Atlántico, que es uno de los departamentos en Colombia que presenta mayor degradación del ecosistema seco, tomándolo como piloto para diseñar corredores biológicos del tigrillo, la guacamaya y la tortuga.
Tenemos un sistema de viveros con más de 30 especies nativas de bosque seco para enriquecer los fragmentos de bosque y conectarlos a través de corredores, para que nuestros representantes del bosque tengan espacio suficiente para desplazarse y conseguir alimento.
Este proyecto necesita del apoyo de todos como una red de restauración ecológica. Por ello, todo aquel que quiera participar, puede hacerlo de dos modos, como voluntario en todas las actividades de siembra, salidas de campo, trabajos de investigación, entre otros. Y como padrino, que son aquellos donantes, los cuales permitirían que la restauración se haga realidad y no solo una propuesta y además de contribuir a la restauración ecológica sino en la vinculación de propietarios privados con actividades económicas que fragmentan los hábitats naturales de estas especies.
La fundación lleva 6 años trabajando en el tema, a través del apoyo de muchas empresas privadas y el sector público en aras de recuperar los ecosistemas degradados.