Para el cumplimiento de las metas nacionales del Bonn Challenge de varios millones de hectáreas que deben ser restauradas para detener la deforestación, en asocio con la autoridad local ambiental, se planteó un programa de restauración en el parque natural regional los rosales, y las áreas de reserva Luriza y El Palomar que son relictos de bosque seco tropical en el departamento del Atlántico. Se basó en el análisis de las áreas de conexión entre fragmentos de bosque dentro de las áreas de reserva, así como también el incentivo a las comunidades que viven dentro de la reserva, con el establecimiento de viveros caseros con las especies que se sembraron posteriormente en los corredores identificados. En total fueron alrededor de 90 viveros caseros con 250 plántulas cada uno y la vinculación de la misma cantidad de familias, niños y jóvenes. También se les apoyó en sus proyectos de emprendimiento, relacionados con la generación de productos secundarios a partir de las especies nativas de plantas medicinales y comestibles. Artesanías con bolsas plásticas, una parcela comunitaria para la cría cerrada de cabras, la venta de las plántulas de los mismos viveros caseros entre otros.